DIMO

DIMO convierte los coches en dispositivos inteligentes, accesibles a través de una API.

Ok. Pero ¿qué significa eso?

Significa que mecánicos, concesionarios, compañías de seguros, aplicaciones sociales, juegos, inteligencia artificial y cualquier otro negocio pueden conectarse a tu coche y (1) rastrear cosas como el combustible, la ubicación, la distancia y la velocidad; (2) enviar mensajes y comandos como "desbloquear las puertas"; y (3) incluso pagar cosas directamente desde la billetera digital del coche.

Y, lo más importante, estos negocios solo pueden acceder al coche cuando el conductor da su consentimiento. Es como cuando tu smartphone siempre te deja elegir si quieres compartir tu ubicación, fotos y micrófono con las aplicaciones que descargas. DIMO siempre te da el control.

Entonces, ¿por qué debería importarle a alguien?

Bueno, tus datos son valiosos y deberías poder controlarlos y monetizarlos.

Pero, aún más importante, poseer un coche puede ser mucho más. ¿Y si comprar un coche nuevo fuera tan fácil como reservar un Uber? ¿Y si tu prima de seguro fuera un 50% más barata porque está basada en datos, al igual que el algoritmo de tu Instagram? Pronto veremos: un mecánico de coches con inteligencia artificial que conoce tu coche al dedillo y al que puedes hacer cualquier pregunta; un garaje inteligente que envía instrucciones a tu coche para aparcar de manera autónoma y pagarse solo; un DMV completamente digital; y mucho más.